Uno de los debates más profundos y controvertidos que están dándose en la educación es, sin lugar a dudas, cómo identificar las características de los niños superdotados y aún más importante: cómo hacer frente a la demanda cognitiva e intelectual de éstos, para poder ofrecerles un desarrollo correcto a nivel académico y emocional.
El número de niños y niñas superdotados en los últimos 5 años tuvo un crecimiento bastante llamativo, ya que desde 2012 a 2017 se han diagnosticado aproximadamente un 65% más de casos en los que se reflejan características que están estrechamente ligadas a las altas capacidades.
Atrás quedaron mitos como la posibilidad de que la inteligencia se herede, para abordar conceptos más complejos y, desde luego, más próximos a una premisa del todo correcta.
Recordemos que esta falacia contenía un valor cierto: las estructuras de pensamiento y de aprendizaje tienen caracteres hereditarios y genéticos.
Pero esto no significaba que la inteligencia fuese un valor que estuviera implícito en nuestros genes.
Siguiendo en la línea del pasado, los métodos para identificar cada una de las características de los niños superdotados no cotejaban conductas, ni capacidades de resolución de problemas, y lo que es peor: no buscaban patrones de inteligencia emocional.
Únicamente buscaban síntomas, como si de alguna enfermedad o anomalía se tratara.
Esto ocurría hace dos siglos.
Pese a los avances en el estudio y la investigación de las características de los niños superdotados, a día de hoy se siguen realizando diagnósticos que perjudican el desarrollo emocional y educativo de estos.
Es muy probable que estemos ante una falta de conocimientos y recursos para afrontar el crecimiento intelectual que está sufriendo el ser humano, con el paso de las generaciones.
Y es que cómo antes comentábamos, el aumento de inteligencia precoz y de niños superdotados es cada vez mayor y son muchos los casos en los que se diagnostican erróneamente anomalías o trastornos que poco tienen que ver con los niños superdotados.
Síntomas de los niños superdotados
A continuación, expondremos los síntomas que indicaban las altas capacidades en los niños:
- Aprendizaje precoz del lenguaje
- Entendimiento y dominio de la lectoescritura
- Inquietud motriz e intelectual
- Desarrollo de conductas relacionadas con la madurez
- Consecución de tareas y ejercicios de lógica – matemáticas
- Dispersión y facilidad para aburrirse con sus iguales en edad
- Predilección por rodearse con personas mayores que ellos
- Sentido de la lógica
- Aparición precoz de la empatía
Todas estas características, unidas a una serie de conductas también relacionadas con ellos, elaboraban un informe de síntomas de un niño superdotado.
En el siguiente apartado expondremos de una forma más profunda, cada una de las cualidades previamente mencionadas.
Características de un niño superdotado
La precocidad intelectual es una cualidad que se puede reconocer en muchos puntos como: indicadores de conducta, resolución de problemas éticos, lógicos – matemáticos, psicomotricidad…
A continuación vamos a analizar una serie de características de los niños superdotados que te ayudarán a indicarles:
- Como primer indicador, los niños con un desarrollo precoz de la inteligencia, comienzan a sentir el sentimiento de inquietud cultural desde edades muy tempranas. ¿Qué quiere decir ésto? Pues, sencillamente, que comienzan a desarrollar la lectoescritura antes de lo biológicamente establecido como desarrollo normal.
- Los niños superdotados sienten curiosidad por los lenguajes codificados, desde que son bebés con apenas un año de nacimiento.
- Sus estructuras de aprendizaje son capaces de integrar y asimilar información mucho más compleja que la estrictamente sensitiva.
- La precocidad de las características de los niños superdotados se manifiesta desde los primeros contactos sensoriales. Estamos hablando que desde el útero, estas capacidades comienzan a estructurarse y prepararse para el medio que le espera.
- El desarrollo de la lógica se ve aumentado desde esta fase de aprendizaje del entorno.
- Por lo que comienzan a buscar respuestas matemáticas y codificadas (el lenguaje) en el medio que los rodea. Es por esto que estos niños desarrollan las interpretaciones lingüísticas en una etapa anterior a la que por norma general les corresponde; por lo que no es extraño observar un lenguaje complejo y unas respuestas “curiosas” ante los hechos que van viviendo.
- Su desarrollo psicomotor les permite interactuar con autonomía con puzzles y desafíos en los que las habilidades son fundamentales para concluir con éxito las operaciones.
- Sienten atracción por los retos y tienen una actitud altamente competitiva. Esto se debe a otra característica; el autoconcepto. Personalmente, y en mi experiencia, la búsqueda del “yo”, es sin lugar a dudas, el paso fundamental que da lugar a la empatía, pues es una de las características de los niños superdotados más determinantes para su correcto desarrollo emocional.
- Sin embargo, antes del desarrollo de esta cualidad, se dan una serie de procesos emocionales que un niño superdotado supera en una edad extremadamente temprana.
- Previamente hablamos del instinto competitivo de estos niños, y es debido a lo que previamente hemos mencionado.
- La competitividad está relacionada con el concepto que tiene él mismo de sus capacidades.
- Lo que significa que los superdotados en edades tempranas, comienzan a tomar conciencia de éstas y de las posibilidades de obtener éxito con ellas, siendo sumamente, exigentes perfeccionistas.
- Continuando con las características de los niños superdotados; nos encontramos con la sensibilidad extrema.
- El desarrollo de sus emociones también está ligado a su inteligencia precoz, ya que es el apego el primer sentimiento que se desarrolla en los humanos y depende de que la salud de éste sea correcta para garantizar un desarrollo emocional óptimo.
- Y más sí hablamos de este tipo de casos en los que el progreso se adelanta a las fases de desarrollo ordinario.
- La percepción de la justicia es otra cualidad asociada a los niños superdotados.
- Y es que su pensamiento flexible y el desarrollo de la empatía, los dotan de un sentimiento subyacente de igualdad y equidad.
- Este comportamiento está relacionado con actitudes reacias hacia las órdenes o imposiciones que ellos consideran que no son razonables.
- No olvidemos que para ellos es inevitable someter a una lógica todo tipo de actitudes que les afectan, tanto de una forma positiva como de una forma negativa.
- Son muy buenos persuadiendo a las personas que saben que tienen la llave que necesitan para ellos poder obtener el objetivo que quieren.
- Tienen la capacidad de leer de una forma involuntaria, aunque eficiente, indicadores emocionales a través de gestos, sonidos o expresiones de las personas que se hacen cargo de ellos (PNL, Programación Neurolingüística).
En cambio, a pesar de las exigencias, la capacidad de gestionar muchos aspectos tanto emocionales como mecánicos u operativos unidos al desarrollo de la sensibilidad, les hace ser muy dependientes de los elogios y el reconocimiento por sus logros.
Esto les exponen a altos grados de estrés y presión, componentes que deben ser regulados por sus padres y responsables en las áreas educativas.
Los niños superdotados y la educación
La educación ya de por sí, es el eslabón principal del progreso social y académico.
Y no va a ser menos para estos niños, que necesitan una serie de aportaciones añadidas para que no caigan en la temida “desmotivación” o en la “distracción”.
Para evitar que la educación suponga un obstáculo para el progreso cognitivo y emocional de estos niños, es necesario adoptar una serie de medidas curriculares, que respondan a las características de los niños superdotados; que tanto sus profesores, como sus padres, deben aprobar, después de analizar bien las necesidades y aportar soluciones que no vayan en detrimento del alumno.
Por un lado, el refuerzo curricular; es decir; añadir de forma paulatina temario avanzado para que el niño vea así satisfecha esa necesidad de profundizar en determinados conocimientos.
Proponerle retos y nuevos horizontes, siendo éstos un refuerzo positivo, para que vea aumentada su confianza y sus ganas de aprender.
Observar sus aficiones, porque es muy probable que sean un indicador de potencial. Aumentar la curiosidad dentro de las áreas que más le gusten para desarrollar las aptitudes del niño superdotado.
Evitar el falso diagnóstico que se suele hacer cuando un profesor y unos padres se encuentran con cualquiera de las características de los niños superdotados y que responde a cuadros de actitud como la desobediencia, la distracción, la dispersión y la pereza.
Si, estamos hablando del TDAH.
Voy a realizar una observación y una opinión personal respecto a este tipo de diagnósticos:
“Me parece un error supino diagnosticar como se están diagnosticando a niños superdotados, diciendo que padecen TDAH.
Es una falta de empatía, de profesionalidad y sobre todo de respeto por el correcto desarrollo, otorgar un trastorno a una demanda de conocimientos nuevos y frescos.
Y me baso en el elevado porcentaje que se ha arrojado según el último informe de salud infantil y educativa, que dice que 1 de cada 4 alumnos/as sufre TDAH.
Una premisa que choca directamente con el informe del instituto pedagógico de Berlín que afirma que el 80% de los casos de TDAH están mal diagnosticados, medicando muy posiblemente a niños/as superdotados con opiáceos, inhibidores de emoción y fármacos que van a alterar el potencial cognitivo, académico y emocional de estas personas en el futuro.
La solución parte de una correcta observación y de tener una mente flexible y abierta hacia esta nueva generación de promesas que está emergiendo.
Porque es muy probable que nos estemos perdiendo a grandes profesionales, grandes personas que pueden aportar grandes cosas a la sociedad, por un mal diagnóstico y una mala gestión de comportamientos.”
Dicho esto continuemos.
Otra medida que se puede llevar a cabo, en casos de elevada dotación, es la aceleración o salto de curso. Presentándolo como un reto más al que el niño superdotado puede acceder y optimizar con el objetivo de seguir aumentando sus capacidades.
Herramientas y recursos
Existen materiales, herramientas y recursos que ayudan mucho a potenciar las características de un niño superdotado.
La utilización de juegos de razonamiento lógico-matemático es ideal para proponer objetivos y actitudes de optimización y gestión de recursos y datos.
Estos ejercicios favorecen de forma individual las estructuras y procesos de aprendizaje y de manera colectiva, podemos encontrar aptitudes de liderazgo y trabajo en grupo, por lo que mejoramos muchas áreas de crecimiento personal, emocional, social y profesional.
El sudoku es un claro ejemplo de juego que ayuda a desarrollar la lógica matemática.
Una herramienta cada vez más presente en la educación son videojuegos de refuerzo educativo.
Estos cuentan en su mayoría con la aprobación inmediata de todos los niños superdotados, ya que contienen todos los aspectos que ellos demandan: retos, diversión, aprendizaje, atención, entornos visualmente atractivo…
La torre del conocimiento es un videojuego de refuerzo educativo óptimo que recoge todos los contenidos que dan los niños y las niñas de primaria.
Es un cóctel óptimo para ellos ya que, como hemos mencionado en otros artículos, nacen con un carácter y una intuición tecnológica innata.
Por lo que todo lo que esté relacionado con las nuevas tecnologías será de su agrado y facilitará el proceso de desarrollo del niño.
Niños genios
Los niños superdotados destacan en varias características que previamente hemos mencionado.
Pero en algunos casos, el nivel de perfeccionamiento es tan elevado, o yéndonos aún más lejos, las capacidades son tan elevadas; que nos encontramos con lo que comúnmente llamamos: genios.
Cuando uno pronuncia esa palabra, en un contexto como en el que estamos hablando, nos es inevitable pensar en figuras históricas como Mozart, Beethoven, Miguel Ángel o Da Vinci.
Personas que desde niños comenzaron a desarrollar una serie de talentos que les llevaron a ser perfeccionistas en sus áreas y por consiguiente, pasaron a la historia por sus impresionantes obras.
Pero, ¿eran unos niños genios?
¿O eran niños prodigios que se convirtieron en genios?
La respuesta es simple, nadie discutirá que eran prodigios que, con mucho trabajo y sobre todo, con ese ansia de perfección, se convirtieron en auténticos genios.
Solemos atribuir este distintivo a personajes del mundo de las artes, aunque, por otro lado, tenemos al anteriormente nombrado: Da Vinci, Julio Verne o Allan Turing.
Alan Turing a la edad de 16 años
Conclusión
Eran visionarios, tenían la capacidad de percibir un mundo que quizás estaba atrasado para las capacidades que ellos tenían.
Frente a esto, decidieron apostar por sus ideas, por su capacidad de ver las necesidades y las soluciones a éstas; convirtiéndose así en genios.
La educación se está expandiendo, está cambiando su paradigma en pro del desarrollo cognitivo.
Esto nos beneficiará a todos nosotros, sobre todo a estos niños superdotados que han nacido para hacer de esta sociedad y este mundo algo mejor, sin duda alguna.
Y tú: ¿tienes un niño superdotado en casa?
