La otitis infantil: ¿Como prevenirla este verano?

Con la llegada del buen tiempo y el verano a la vuelta de la esquina, las familias comienzan a planificar días de playa, piscina y juegos al aire libre. Sin embargo, este aumento de la actividad acuática conlleva un riesgo que muchos padres desconocen: la otitis infantil. Esta infección del oído medio es especialmente común en los más pequeños, y su incidencia crece durante los meses calurosos. Es fundamental conocer las causas frecuentes de la otitis en niños para actuar con prevención y evitar complicaciones.

En niños menores de tres años, la otitis media aguda es una de las afecciones más habituales. Se estima que más del 70 % la padecerá al menos una vez en sus primeros años de vida. Su aparición está relacionada con múltiples factores, tanto anatómicos como ambientales. En este contexto, ¿cómo podemos evitar la otitis en los más pequeños? 

¿Qué es la otitis infantil?

La otitis infantil se refiere a la inflamación e infección del oído medio, la cavidad ubicada justo detrás del tímpano. Esta inflamación, que puede ser causada por virus o bacterias, suele producir dolor, fiebre, irritabilidad y, en algunos casos, supuración o pérdida temporal de audición.

El oído medio está conectado con la garganta por la trompa de Eustaquio. En los niños, esta trompa es más corta y horizontal, lo que facilita el paso de microorganismos desde la nariz y la garganta. Además, su sistema inmunológico aún está en desarrollo, por lo que responden con mayor sensibilidad a las infecciones respiratorias.

Causas frecuentes de la otitis en niños

Durante los meses de verano, los cambios bruscos de temperatura, la humedad constante y la entrada de agua en los oídos crean el ambiente ideal para que se desarrollen infecciones. Sin embargo, más allá del entorno acuático, existen otras causas frecuentes de la otitis en niños, entre las que se encuentran:

  • Infecciones respiratorias: resfriados y gripes que inflaman las vías respiratorias superiores y llegan hasta el oído medio.
  • Exposición al humo del tabaco: irrita las mucosas, disminuyendo las defensas naturales del aparato respiratorio.
  • Guarderías y entornos cerrados: el contacto con otros niños aumenta el riesgo de contagio de virus y bacterias.
  • Alergiassinusitis: dificultan el correcto drenaje del oído, favoreciendo la acumulación de líquidos.
  • Uso prolongado del chupete o biberón: en posición horizontal, modifica la presión en el oído y obstruye el drenaje adecuado.

Estos factores se combinan con hábitos y entornos poco saludables, elevando la probabilidad de que un niño desarrolle episodios de otitis de forma recurrente.

Síntomas y señales de alerta

Los síntomas pueden variar según la edad del niño, pero los más comunes son:

  • Dolor intenso de oído
  • Llanto inconsolable
  • Fiebre
  • Dificultad para dormir
  • Falta de apetito
  • Supuración (salida de líquido del oído)
  • Pérdida temporal de audición

En bebés y niños muy pequeños, es habitual que se froten o tiren de la oreja afectada como signo de molestia.

Cómo podemos evitar la otitis en los más pequeños

La prevención es la mejor herramienta para reducir los episodios de otitis, especialmente durante la temporada de verano. Saber cómo podemos evitar la otitis en los más pequeños nos ayuda a crear un entorno más seguro para su salud auditiva.

En este sentido, es aconsejable seguir una serie de medidas preventivas desde los primeros meses de vida:

  • Fomentar la lactancia materna: al menos durante los primeros seis meses, ya que refuerza el sistema inmunológico del bebé con anticuerpos naturales.
  • Mantener el calendario de vacunación al día, especialmente con la vacuna antineumocócica y antigripal.
  • Evitar la exposición al humo de tabaco y ventilar frecuentemente los espacios cerrados donde juegan o duermen.
  • Higiene nasal regular, con suero fisiológico, especialmente tras los catarros.
  • Reducir el uso del chupete y evitar el biberón en posición horizontal.
  • Promover el lavado de manos frecuente y enseñar al niño a no tocarse la cara con las manos sucias.
  • Proteger los oídos del agua en playas y piscinas, utilizando tapones especiales o secando bien después del baño.

Durante el verano, es crucial prestar atención a los baños prolongados en piscinas o el mar. La entrada de agua puede alterar el equilibrio natural del oído, y si no se drena correctamente, aumenta la posibilidad de infección. Por ello, si el niño es propenso a infecciones de oído, una revisión con un otorrino en Orihuela antes de las vacaciones puede ser de gran ayuda para tomar precauciones personalizadas.

Tratamiento y seguimiento

En la mayoría de los casos, la otitis infantil se trata con analgésicos y antipiréticos para aliviar el dolor y la fiebre. Si el origen es bacteriano, el pediatra puede recetar antibióticos orales por un periodo de 7 a 10 días.

Cuando las infecciones se repiten con frecuencia o si hay retención de líquido persistente en el oído medio, se puede valorar la colocación de drenajes transtimpánicos. Estos pequeños tubos ayudan a mantener ventilado el oído medio y evitar nuevas acumulaciones que desencadenen infecciones.

Conclusión

La otitis infantil es una dolencia común, pero con medidas de prevención adecuadas, puede reducirse notablemente su incidencia. La combinación de higiene, hábitos saludables, vigilancia médica y precauciones durante el verano constituye la mejor forma de proteger la salud auditiva de los más pequeños.

Identificar a tiempo los síntomas, conocer las causas frecuentes de la otitis en niños y saber cómo podemos evitar la otitis en los más pequeños es clave para garantizar un verano sin sobresaltos. Así, nuestros hijos podrán disfrutar de la playa y la piscina con seguridad, y nosotros tendremos la tranquilidad de estar cuidando su bienestar.

Aarón Peón

CEO de ConEduka y creador de contenidos. Formador y Head Of Content para empresas.

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