Nadie dijo que ser padres fuera fácil. Todos los días es una constante lucha por educar e inculcarles a nuestros niños y niñas valores que los conviertan en unos adultos de provecho el día de mañana. Sin embargo, a muchos padres no se les explica como tratar a un niño autista, es algo para lo que muchos padres no estamos preparados y supone un enorme reto.
Desde ConEduka, sabemos la importancia que tiene la educación de nuestros hijos y, más aún, la de los pequeños que sufren este trastorno. Por ello, te vamos a enseñar el significado del TEA, los grados de autismo que se pueden presentar, cómo poder enfrentarse a ese reto y una comparativa entre lo que es el TEA y el síndrome de asperger.
¿Qué es el autismo?
Técnicamente llamado TEA (Trastorno del Espectro Autista), podría definirse como “un trastorno neurológico del desarrollo que empieza a manifestarse sobre el tercer año de vida”.
Principalmente afecta a las habilidades sociales y al desarrollo del lenguaje del niño.
Así mismo, no todos los niños tienen el mismo tipo de autismo: existen, pues, distintos tipos.
¿Cuáles son los distintos grados de autismo?
Sin duda: este trastorno trae consigo diferentes consecuencias en base a grados distintos. Por lo tanto, identificar el tipo de TEA que puedan tener los niños y niñas, es clave para saber cómo llevarlos.
Trastorno autista, o grado 1
Caracterizado por ser el más profundo, así como el más conocido.
A su vez, podemos catalogarlo así:
- Falta de desarrollo del lenguaje.
- El niño evita la mirada.
- Se aísla del mundo.
- Realiza movimientos extraños e impredecibles.
Autismo regresivo, o grado 2
Para saber cómo tratar a un niño autista, debes conocer que, el también llamado “trastorno desintegrativo infantil”; es un tipo de trastorno que se caracteriza principalmente por su aparición tardía.
Suele aparecer a partir de los 10 años, por lo que hay que estar muy atento: van saliendo a la luz algunos síntomas del grado 1, pero con menos intensidad.
En este estadio, la mayor parte de médicos y psicólogos coinciden en que a partir de esta edad, en la que se entra en un momento caracterizado por:
- Pérdida de la facultad del habla.
- Deterioro de las habilidades sociales adquiridas hasta ese momento.
- Incremento de las conductas repetitivas.
- Aislamiento pronunciado.
Autismo de alto funcionamiento, o grado 3
Este tipo de autismo es el más ligero, pues no suele manifestar síntomas profundos.
Aunque sí presenta unas características algo determinantes (obsesividad o torpeza motora), su día a día no es tan complicado como los otros grados, pudiendo matricularse, en la mayoría de las veces, en un colegio de enseñanza global.
Podría decirse que el desarrollo del lenguaje del niño está dentro de los estándares, además de poseer un nivel de memorización bastante elevado.
Sigamos, pues, con cómo tratar a un niño autista.
Síntomas de un niño con autismo
Si quieres saber cómo tratar a un niño autista, es bueno que conozcas esta breve y detallada lista sobre cómo identificar a estos niños y niñas.
Sin embargo, debemos alertar de que, es muy probable que no desarrollen algunas características: En este caso, debemos siempre ponernos en manos de un profesional.
- Falta de interés social.
- Ausencia de juego simbólico.
- Poco contacto visual.
- Desagrado por el contacto físico.
- Falta de reacción ante la voz de los padres.
- Intereses fuera de lo común.
- En cuanto crece, en ocasiones se da cuenta de lo diferente que es.
- Pueden realizar movimientos involuntarios (balanceo, caminar de puntillas o mover la cabeza, por ejemplo).
- Alinea y ordena perfectamente sus juguetes.
- Examina obsesivamente los objetos.
- Extraño gusto por las cosas que giran, o hace girar cosas.
- No da muestras de dolor.
- Risa o lloro espontáneo.
- De repente se quita la ropa.
Repitiendo lo dicho: estas características no son vinculantes: queremos decir con esto que no por tener uno o varios de estos síntomas, necesariamente el niño tenga TEA. Acude a un especialista en caso de tener dudas.
Consejos de cómo tratar a un niño autista
Ahora, te vamos a elaborar una serie de consejos para que puedas tratar de la mejor manera posible y, también, convivir con los niños y niñas que tengan este tipo de trastornos.
Del mismo modo, realizaremos una diferenciación sobre los dos tipos de entorno más importantes que puede tener un niño en el día a día.
Como tratar a un niño autista en casa
Un entorno familiar, del que se espera grandes dosis de comprensión, intimidad y paciencia.
Dependiendo del tipo de grado en el que esté el niño, se pueden llevar a cabo estas acciones:
Evitar en lo posible los cambios en su rutina
En general, las personas con autismo no responden muy bien a los cambios bruscos, no siendo conscientes de la necesidad de actuar sobre la marcha en algunas ocasiones.
De modo que, necesitan una estructura horaria, tener todo en orden y no ser molestados en absoluto en este ámbito.
Enseñarle instrucciones básicas
Algo también fundamental, no sólo para el niño autista, sino también para el resto de miembros de la familia o personas que convivan en el hogar.
Aprendiendo instrucciones sencillas, se incentiva a que el niño tenga un orden en su día a día, sabiendo lo que tiene que hacer cuando se le ordena algo.
La clave es que las instrucciones formen parte de su rutina.
Conócelo
Es importante que inviertas tiempo en cómo tratar a un niño autista: cómo se expresa, cuál es el momento en que da las mejores respuestas, qué le gusta o interesa...
Evitar, en la medida de lo posible, alimentos con gluten o caseína
Y eso es así porque la leche (que contiene caseína) o la harina de trigo afectan al niño en forma de trastornos gastrointestinales que pueden derivar en pesadez de estómago y terrores nocturnos.
Felicitar todo lo posible
Sigue siendo un niño; así pues, cada vez que haga algo bien (sobre todo, aprender una instrucción básica), se le debe premiar.
Un pequeño consejo: a la hora de tratar al niño autista, intentar no darle órdenes cuando esté estresado, lejos o distraído.
De esa forma, nos aseguraremos de que logre captar la instrucción con facilidad y tranquilidad.
Muestras de cariño
Aunque está muy extendida la creencia de que los niños autistas no necesitan cariño, sí requieren de ciertas formas de aprecio que ellos identifiquen como cariño.
De modo que, aunque no entiendan los abrazos o besos, sí necesitan diversas formas de demostración de afecto. Para más detalles, consultar con un profesional.
Pasar tiempo con él
Este punto va un poco de la mano del anterior: cuanto más tiempo inviertas con el niño, más se reforzará el lazo emocional.
Bien es verdad que en ocasiones, los comportamientos y formas de reaccionar del niño autista puedan chocar; es interesante en estos casos aplicar técnicas de inteligencia emocional sobre cómo tratar a un niño con autismo.
Cómo hablar con él
Un error bastante común es hablar al niño autista como si fuera duro de oído, lo cual estresa al niño y no se consigue el objetivo.
Más que hablarle alto, consiste en hablarle mejor; es decir, gesticulando y vocalizando de una forma más apropiada.
Asimismo, también es importante comunicarse con el niño autista con frases cortas y evitando en la medida de lo posible complicaciones del lenguaje.
Mantener el sentido del humor
Es natural sentir preocupación, ya que un niño con autismo se convertirá en un adulto con problemas de integración social, sobre todo.
Sin embargo, y puesto que es algo con lo que el niño autista debe convivir, ¿por qué no quitarle hierro al asunto, y llevarlo de la mejor manera posible?
Apoyo familiar
Es importante que toda la familia esté junta en este asunto.
Si el niño con autismo cuenta con un hermano, ya sea mayor o menor, podría ser interesante el hecho de hablar con él y plantear estrategias juntos.
Aceptarlo tal y como es
Es el último consejo en este ámbito del hogar: aceptar al niño tal y como es.
Sigue siendo un hijo, por lo que hay que demostrarle mucho amor incondicional y comprensión.
Evita ver al niño como una personita como problemas.
Cómo tratar a un niño autista en el aula
La escuela es un ambiente algo más estresante, pues no todas las personas que acuden allí a diario entienden lo que conlleva la socialización de niños con este tipo de trastorno.
De forma que, es importante que en la escuela haya maestros formados en este ámbito, se procure disponer de paciencia, y saber conservar la calma en los peores momentos.
Así pues, también se debe:
Reducir las distracciones
Dependiendo el grado de autismo del que estemos hablando, el niño será más o menos propenso a las distracciones, por lo que a veces prestar atención al profesor se convertirá en un
verdadero desafío.
De tal modo que, si tenemos claro a qué grado pertenece, debemos pues adaptarnos.
Elementos visuales
Los profesionales en esta materia saben que los niños autistas responden más favorablemente a este tipo de elementos para explicar lo que se está hablando en clase.
Buscarle acompañantes, que no ayudantes
En las aulas, los profesores suelen elegir a un alumno para que acompañe al niño con este trastorno, de tal forma que no se encuentre solo.
Enseñarles a ser independientes
A pesar de lo dicho en el punto anterior, es importante que desde pequeño el niño autista sea capaz de valerse, en la medida de lo posible, por sí mismo.
Y este debe ser así, a pesar de que tratar un niño con autismo conlleva más esfuerzo y dedicación.
Darle su espacio
En la escuela, los niños no suelen mostrar mucha piedad hacia aquellos que muestran rasgos diferenciativos.
Por eso, es importante estar atento a diversas señales se bullying o situaciones de discriminación, ya que pueden afectar seriamente al niño en forma de traumas.
Incluir al niño
Hacer sentir al niño con autismo que es uno más en el aula, hará que se sienta más tranquilo, sacando más potencial a relucir.
Diferencias entre Síndrome de Asperger y TEA
No podíamos terminar este artículo sin hablar de la cantidad de veces que se confunden dichos términos.
La razón por la que las personas normalmente juntan estos dos trastornos en uno: el grado 3 de autismo a veces es considerado equivalente al Síndrome de Asperger.
Así mismo, en esta sección daremos una serie de consejos para diferenciar, a primera vista, estos dos trastornos:
- El niño con Asperger suele desarrollar un vocabulario rico y muy variado; en tanto que un niño autista suele carecer de lenguaje.
- El niño autista no muestra el más mínimo interés por socializar; sin embargo, el niño con Síndrome de Asperger sí muestra deseos de tener amigos, lo que le lleva a frustración, por su dificultad en esta área.
- Otro dato a tener en cuenta: el coeficiente intelectual; el niño con Asperger suele tener un CI bastante superior a la media, y el niño con autismo no tiene por qué ser así.
Estas fueron algunas de las principales diferencias a tener en cuenta.
Conclusiones
Con este artículo, hemos querido ofrecer una visión diferente y algo más detallada de este trastorno que tanto afecta a niños y niñas en todo el mundo.
Debemos dejar claro que todo lo escrito anteriormente es una guía para poder tratar mejor a nuestros hijos sin olvidar que siempre debemos apoyarnos en los profesionales, tanto médico como psicólogos si vemos que ese trastorno puede ir a más o vemos cosas que no nos terminen de convencer.
Por lo tanto, saber cómo tratar a un niño autista es ofrecerle una mejor calidad de vida, siempre con el apoyo familiar y de su entorno para facilitarle las cosas en la medida de lo posible.